Una Noche en Jeema-El-Fna, en Marrakesh

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La enorme plaza Jeema El Fna en el centro de Marrakesh se convierte en el restaurante al aire libre más grande del mundo en cuanto se pone el sol.

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Mientras caminaba por el mercado nocturno de comida en Jeema-el-Fna en la vieja ciudad de Marrakesh, todos y cada uno de los restauranteros me trató de jalar a su puesto. Por supuesto, un gran glotón suizo sería una buena captura para cualquiera de ellos. Mis protestas no los detuvieron. Siéntate aquí mi amigo, ¡Tengo las mejores cabezas de borrego en Marruecos! Yo protesté: ¡Pero es que ya cené! Rápidamente me tomó la medida y contestó: ¡No se nota para nada, vuelve a cenar con nosotros! Me pasé al siguiente puesto. Misma protesta. Ahore fue: Estás delgado (no lo estoy), te puedes permitir cenar de nuevo ¡Ven y juega el segundo tiempo con nosotros! Me quise hacer el listo: Durante el segundo tiempo, hago el Ramadan (Ayuno Musulmán) El tipo me miró del mismo modo que el primero, luego contestó: Hiciste el Ramadan? Se ve que no te sirvió de nada. Hablar en inglés o en cualquier otro idioma solo te conseguirá las mismas respuestas en el idioma que utilizaste. Al fin me rendí y me senté a cenar de nuevo.

Durante el día, no pasa mucho en Jeema-el-Fna. Una enorme plaza en forma de L en el centro de la vieja ciudad de Marrakesh - la Medina, es tan grande que cualquier cantidad de peatones parece perderse en la vastedad de la plaza. En otro lado other side hay unos cuantos puestos permanentes durante el día pero en verdad no entiendes porqué la UNESCO la denominó "parte del patrimonio de la humanidad".

Pero al meterse el sol, la plaza cambia de forma. De un caucásico desierto urbano se convierte en uno de los restaurantes al aire libre más ajetreados del mundo. La plaza toda está en completa oscuridad, alumbrada únicamente por los inumerables puestos de comida y sus mesas. Aquí tienen mi noche en este legendario mercado con una lente de pescado y mi nueva cámara D300 - puede ver a través de la noche.